jueves, 21 de mayo de 2015

Poesía en un día sin música.


Dos de los poemas leídos en el 'micro libre' de Itaca,
una noche en la que la música callaba para defenderse. 
 
1.

Porque era el mar
y no era sólo:


La copa de vino,
las gotas de agua,
la piel
de las uvas
y de nuestros cuerpos,
el queso,
el sudor
al andar
y al no dormir,...
 

Porque era el mar
y no era sólo.



2.

Es
como si ls músculos
y la carne
se separaran de los huesos
desgarrándose...
y los huesos no tuviesen otra
forma
de pegarse a ellos
que clavarse atravesándolos
hasta horadar una 
piel
arañada por agujas
que se deslizan
como telaraña que aprisiona
el cerebro.

Hasta las sábanas duelen
en un sueño imposible.

Duele
porque estamos vivos.

Y la cabeza se detiene.
Porque sabe que la lógica
es la manera más perfecta
de llegar a una conclusión
errónea.