martes, 31 de julio de 2018

Escombros.

Dos poemas distintos que juegan con la misma metáfora.






(Escombros 1)

Hay un terremoto
en nuestros sueños
y un alba de ojos cerrados
envuelta en el polvo
que se levanta
sobre los cascotes.

Entre el escombro de
los instantes eternos,
nuestros cuerpos pierden
el equilibrio y caen junto a
la mente abandonada.





(Escombros 2)
 
Triste y áspera,
como la vida,
esta mañana en la que
todo huele
a fugacidad.

Fantasmagoría de
los días enterrados
y los pasos perdidos
allí,
donde el deseo
se hace
escombro
y donde
la imagen
del amor
aparece
codificada.