domingo, 18 de septiembre de 2011

Un paseo por la 'Semiótica General' de Umberto Eco.

Despanzurrando, literalmente hablando, un viejo ordenador y haciendo equilibrios para conectar su disco duro a otro igualmente despanzurrado, he podido acceder a unos viejos archivos que, sin apenas cambios, subo a Scribd.
Entre ellos está este paseo por el Semiótica de Eco. Unas páginas que querían ser algo más que una reseña pero que no llegaron a artículo, que hunden sus raíces en los años de carrera.

Un paseo por la semiótica de Eco

jueves, 8 de septiembre de 2011

Te he buscado...

Te he buscado
por los rincones
de la ciudad,
asomándome al río;
perdiéndome por
las esquinas
y las viejas barras;
subiendo y bajando
una y otra vez
las escaleras
del parking
hasta llegar a la playa
y pelearme con las gaviotas
por un palmo de arena.

Te he buscado
en los reflejos de las puertas
acristaladas
o a través del objetivo de mi cámara.
Al final de la copa
o al principio de la siguiente.
Clandestino en los pasillos a oscuras de los hospitales.

Te he buscado
en la comisura de la sonrisa en inestable equilibrio,
en los labios secos,
en el beso húmedo...
e incluso dentro de mí...

Y vuelta a empezar...

En el camino he encontrado incongruencias filosóficas meramente aparentes e interesantísimas.
¿Sabías que Spinoza pulió las lentes de Benjamin?
Borges ni siquiera lo intuyó...
Perderse en la ciudad requiere aprendizaje. Y más si barrios, calles y callejuelas no sólo deben hablarnos o reflejarnos el tiempo, sino orientarnos hacia la felicidad...

Ya sé por que me cuesta tanto encontrarte.
A la locura la caracteriza la más absoluta soledad.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Remiendo de un mal sueño...

Apeadero de palabras
insuficientes y
vacías;
remiendo de un mal sueño...
-la piel hecha jirones,
pies y manos atados a la cama-

Ya no me sirven
ni el viento
ni los infinitivos.


jueves, 1 de septiembre de 2011

La huella de tu ausencia...


La huella de tu ausencia
se compila
en un libro de susurros
que en vano
intentan
cartografiar los sueños...

Impotentes, tornan
pesadillas
empeñadas en
detener
el tiempo que resta
y convertir cada mañana
en un mar
de pájaros muertos.