lunes, 2 de diciembre de 2013

De la Desobediencia Civil a la Desobediencia Social.


En el seno de la Escuela Sindical organizada por LA INTERSINDICAL el pasado mes de septiembre en Cieza; realicé una intervención dentro de una mesa redonda sobre formas alternativas de lucha y de movilización con el título que encabeza estas líneas.
Mis palabras partían de la necesidad de acercarse a conceptos, a ideas, que manejamos más o menos habitualmente; desde una reflexión que ha de ir más allá del análisis de lo inmediato.
Además intentaba huir de la jerga de rufianes que nos caracteriza a quienes, mejor o peor, nos dedicamos a esto de la Filosofía; para invitar a abrazar la filosofía política, la ética o la filosofía del derecho, sin grandes miedos.
Lo que siguen son las notas de esa charla, no su transcripción. Espero que sirvan para animar los debates que sobre desobediencias vuelven a ponerse encima de la mesa.

La reflexión parte, precisamente, de lo mucho que se repite últimamente en según que foros, dinámicas y movilizaciones un concepto peculiar que parecía cosa del pasado: El de “Desobediencia Civil”.
Hace ya unos cuantos años, Malem Seña, en un libro dedicado a este ilegalismo recordaba una cita de Plamenatz que en 1968 afirmaba: “La obligación política es un tema pasado de moda”.
La realidad es cabezona. Y si las primaveras del 68 pusieron en la picota la tendencia a pensar en pasado la desobediencia; la insumisión al servicio militar obligatorio en el Estado Español obligaría a replantear algunas de las cosas recogidas hasta entonces en los libros de Filosofía.

Ahora bien ¿de qué hablamos cuando hablamos de Desobediencia Civil?
De una intervención socio-política que se ve a sí misma legítima en el marco de los estados democráticos de derecho. Un acto voluntario, intencional, premeditado, consciente, público, colectivo, preferentemente no violento, que pretende o se expresa mediante la vulneración de una ley, disposición gubernativa u orden que se considera inmoral, injusta o ilegitima. Busca un bien colectivo, apela a la comunidad y persigue un cambio legal.

Curiosamente muchas de las cosas que englobamos bajo el paraguas en que a veces se convierte el término, no casan con su definición.
No pasa nada. La desobediencia Civil se define en la práctica tanto o más que en la reflexión académico-doctrinal.
Pero que el concepto tenga fronteras permeables no quiere decir que no las tenga.
En ese sentido viene bien llamar a las cosas por su nombre, para no perder la batalla de las palabras; que es también la batalla de las ideas.
Viene bien cuidar una palabra que, por lo demás, no nos pertenece; por que hay usos de la misma con los que difícilmente podríamos identificarnos, como ciertas objeciones fiscales justificadas en base a políticas segregacionistas y racistas.
Y viene bien pasar a utilizar otros conceptos, como el de desobediencia social.

¿En que sentido social? En el sentido al menos de extender una cultura de la desobediencia, incluso de la desobediencia como virtud. En el sentido también de mimar el pequeño gesto, lo que cabría denominar micro-desobediencias. Cara por ejemplo a desmontar la LOMCE desde su inaplicabilidad estas son una buena herramienta.
Quizá toque ir preparándose para el combate abierto, al menos en lo que hace a las resistencias activas y pasivas. Sin ir más lejos en las respuestas antirrepresivas.
Sin olvidar, por ejemplo, que el sabotaje bien entendido puede considerarse una de las bellas artes.

Importa, en esta apertura, aunar lo político, lo social, lo jurídico, lo moral,... y lo psicológico. Por que desobedecer, como pensar, cuesta. Y a desobedecer hay que aprender, a veces tragándose sacos y culebras.
Sin ir más lejos la adopción de la táctica o estrategia militar y su traslación al conflicto social (basta pensar en algunas expresiones de lo que se llamó 'bloque negro') nos suele generar, con razón, problemas de toda índole (valores, ideas,...) que hemos de atender.
Pero se puede y se debe ir mucho más allá. Una idea como la del cuerpo como espacio y herramienta de desobediencia no tiene por que reducirse a las estrategias de contención de las cargas policiales. Eso sería paupérrimo. Vinculado a algunas corrientes de las teorías Queer tenemos el pornoterrorismo; que más allá de su talante performativo nos introduce de lleno en un conflicto en el que la desobediencia lo es no sólo hacia normas legales sino hacia valores culturales y morales.
El campo de posibilidades es inmenso. Hay que pensarlo... y llevarlo a la práctica.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Los poemas...

Los poemas se hacen con palabras.
Palabras,
casi
sólo palabras.
También
el sonido de las palabras.
Y el ritmo.
Los poemas se hacen con palabras.
Aunque surjan del silencio
y después de decir lo importante
callen lo fundamental.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Mantener la distancia...

Mantener la distancia,
al menos en el momento justo,
es uno de los muchos trucos
que ayudan a sobrevivir
sobre el cuadrilátero.
Consejos que no siempre se pueden seguir
ni en la vorágine del combate,
ni en la soledad del vestuario,
ni en el silencio de la noche.
Tarde o temprano
te abrazas demasiado
o no llegas extendiendo el brazo;
y sólo queda
la sangre en el aire,
el golpe contra el suelo
y una trágica matemática,
simple
pero efectiva,
hacia la oscuridad.

domingo, 18 de agosto de 2013

Brevedad del mañana.


Desde la desesperanza
a la poesía,
en guerra contra mí mismo,
construyo caballos de Troya con los que
me autoengaño
y destruyo.

¿Cómo enfrentarme a la barbarie,
a la batalla
que destroza mi mente,
sin tu sonrisa?
Sólo hay respuestas torturadas
que apenas hacen temblar
los muros.

Esbozo poemas de resistencia
al borde del agotamiento,
exhausto,
cansado ya de dañar cuanto amo.

Arrastrado a la catástrofe y la fatalidad
me aferro a
palabras que necesito sinceras
y de las que llego a dudar.
Esquizofrenia de los días y las noches
que me aboca
a una heroicidad
para la que no estoy preparado.

Murmullo de lágrimas;
un lamento sordo incapaz de generar
compasión
avanza hacia el vacío.

Tiranía de los sentimientos.

Brevedad del mañana.

domingo, 4 de agosto de 2013

DOCUMENTO DE INSTRUCCIONES PREVIAS / TESTAMENTO VITAL

 
En virtud del derecho que reconoce el artículo 11 de la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica; y en desarrollo legislativo del mismo, el Decreto nº 80/2005, de 8 de julio, por el que se aprueba el reglamento de instrucciones previas y su registro.
Yo mayor de edad, con domicilio en , c/ , y DNI, nº con plena capacidad de obrar, tras prolongada reflexión y actuando libremente, realizo de forma documental las siguientes expresiones de mis INSTRUCCIONES PREVIAS o TESTAMENTO VITAL:

DECLARO:
Si en un futuro estoy incapacitado para tomar o manifestar decisiones sobre mi cuidado médico, como consecuencia de mi deterioro físico y/o mental por alguna de las situaciones que se indican a continuación:
Cáncer diseminado en fase avanzada.
Daño cerebral grave e irreversible
Demencia grave debida a cualquier causa.
Daños encefálicos graves (coma irreversible, estado vegetativo persistente ).
Enfermedad degenerativa del sistema nervioso y/o muscular, en fase avanzada, con importante limitación de mi movilidad y falta de respuesta positiva al tratamiento.
Enfermedad inmunodeficiente en fase avanzada.
Parálisis limitadora de la movilidad y la plena autonomía.
Enfermedades o situaciones de gravedad comparable a las anteriores.

Teniendo en cuenta que para mi proyecto vital es muy importante la calidad de vida, es mi deseo que no se prolongue cuando la situación es ya irreversible.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, y de acuerdo con los criterios señalados, es mi voluntad que, si a juicio de los médicos que entonces me atiendan (siendo por lo menos uno de ellos especialista) no hay expectativas de recuperación sin que se sigan secuelas que impidan una vida digna según yo lo entiendo, mi voluntad es que:
No sean aplicadas - o bien que se retiren si ya han empezado a aplicarse- medidas de soporte vital o cualquier otra que intenten prolongar mi supervivencia; como fluidos intravenosos, fármacos (incluidos los antibióticos), alimentación por sonda o gastronomía, etc.
Se instauren las medidas que sean necesarias para el control de cualquier síntoma que puedan ser causa de dolor o sufrimiento; aplicando los fármacos o sustancias que lo alivien, siempre en coherencia con lo reflejado en el punto anterior.
Se me preste una asistencia necesaria para proporcionarme un digno final de mi vida, con el máximo alivio del dolor, incluida -aún en el caso de que pueda acortar mi vida- una sedación paliativa que me procure una muerte serena.
No se me administren tratamientos complementarios y terapias no contrastadas, que no hayan demostrado su efectividad para mi recuperación y prolonguen futilmente mi vida.
Si para entonces la legislación regula el derecho a morir con dignidad mediante eutanasia activa, es mi voluntad morir de forma rápida e indolora de acuerdo la lex artis ad hoc.

Otras instrucciones que deseo que se tengan en cuenta:
Manifiesto mi deseo expreso de que, tras mi fallecimiento, se puedan utilizar mis órganos, para ser trasplantados a otras personas que los necesiten.
Igualmente manifiesto mi deseo expreso de que, tras mi fallecimiento, se puedan utilizar los órganos no aptos para transplante, para investigación.
Manifiesto mi deseo expreso de que, tras mi fallecimiento, lo que quede de mi cuerpo tras los procesos antes autorizados, sea donado a la ciencia o, en su defecto, incinerado. Si para entonces la ley regula otras prácticas, puede emplearse como alimento de especies en vías de extinción.
No deseo recibir ningún tipo de asistencia espiritual.
De acuerdo con la Ley a través del presente documento designo como mi representante a
-
con DNI nº y domicilio a efecto de notificaciones sito en
Firma:

Son testigos:
-
con DNI nº y domicilio a efecto de notificaciones sito en
Firma:
-
con DNI nº y domicilio a efecto de notificaciones sito en
Firma:
-
con DNI nº y domicilio a efecto de notificaciones sito en
Firma:



En , a de de 2013




martes, 2 de julio de 2013

Carta abierta a padres, madres y alumnado en defensa de la Filosofía.

La carta que remití a padres y madres, a través de sus hijos e hijas, junto a las notas...
Aunque yo ese día no estaba en el centro, si no secundando y animando la huelga del colectivo interino...


Estimados /as padres y madres.

Como podrán observar, la calificación que aparece en el boletín de notas de su hijo o hija, en relación a la materia de Filosofía y Ciudadanía, es de Sobresaliente 10.
Independientemente de que el alumnado con el que he trabajado ha mostrado un aprecio hacia la asignatura y hacia mi persona que es, sin duda, de sobresaliente; esa calificación surge de la consideración de los trabajos colectivos realizados en la tercera evaluación, las pruebas individuales, los ejercicios propuestos, los debates sobre películas,... Intentando que sus hijos e hijas indagaran con metodología investigadora en los temas finales de la programación.
Otra razón por la cual he optado por puntuar con un 10, después de tres cursos más que complicados por razones sociales, políticas y económicas; es también llamar su atención sobre la necesidad de implicarse en defender, en lograr, una educación pública de calidad, una “educación de diez”.
Con esta carta opto además por realizar un pequeño gesto que creo no perjudica a nadie. Es sólo eso, un gesto. Probablemente mi último gesto en ese sentido en este Instituto. Y quién sabe si en el sistema público educativo de esta región.
Un gesto que no se dirige contra la administración, aunque algo tiene de insolencia frente a una Consejería que maltrata y ningunea a sus empleados y un Ministerio empeñado en acabar con las materias vinculadas a la Filosofía.
Se dirige más a los alumnos y las alumnas, pero sobre todo, a ustedes. Es una manera de llamar la atención sobre un problema no resuelto, sobre una necesidad, poner fin a las agresiones que la educación pública viene sufriendo en los últimos tiempos y que, todo lo indica, va a seguir sufriendo.
El erial en que se quiere convertir a la educación pública sólo va encaminado a producir siervos o vasallos... En sus manos está revertir esa situación. A algunos nos gustaría poder contribuir con nuestro trabajo a construir una sociedad de ciudadanos libres interesados en el conocimiento. Mi gesto va encaminado a reivindicar esa posibilidad.
Agradeciendo de antemano su comprensión, queda sinceramente a su disposición.

Carlos S. Olmo Bau, Jefe del Departamento de Filosofía, Águilas, Junio de 2013.

Carta abierta en defensa de la Filosofía en las aulas.

Se trata de una cartica que remití a mis compas de insti explicando mi negativa a presentar una cosuela que la inspección nos pedía...


Estimados compañeros y estimadas compañeras.

Con saludo tan general quiero dirigirme a quienes integramos la CCP, al conjunto de personas que conformamos el Claustro del IES Rey Carlos III y a las distintas personas que conforman el organigrama de la Consejería de Educación, en lo que al funcionamiento de este instituto atañe, empezando por el servicio de Inspección.
Como ya sabréis, el Departamento de Filosofía no ha presentado la documentación requerida por la que se adapta el modelo de evaluación recogido en las programaciones vigentes al nuevo modelo que hemos estado trabajando durante estos meses y que toma como referencia fundamental el concepto de 'Competencias' para, desgranándolo y ponderándolo adecuadamente, acercar nuestros textos de referencia al marco en que debe comprenderse este aspecto de nuestra labor educativa.
No se ha presentado, no porque no se haya realizado; sino existiendo dicho trabajo y, es más, compartiendo su orientación, plenamente coherente con el espíritu de nuestras materias.
Se ha tomado una decisión consciente: la de realizar un pequeño gesto de protesta y vindicación.
Las tablas, en formato PDF y Excel (lamentando la débil apuesta de la Consejería por el Software Libre, aunque felicitando que el programa Escuela 2.0 incluya por fin Ubuntu entre sus programas) junto a una reflexión sobre la aplicación de este modelo de evaluación y calificación del proceso de aprendizaje en nuestras materias; existen.
Está plenamente realizado el trabajo relativo a la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos de 2º de la ESO (de cuya docencia, en este centro, no se encarga ningún miembro adscrito directamente al Departamento de Filosofía) y casi culminado el correspondiente a la asignatura de Educación Ético-Cívica de 4º de la ESO.
Ese trabajo, encriptado, permanecerá en el ordenador del Departamento de Filosofía. Una copia de seguridad permanecerá en un disco externo personal de quien suscribe. Se puede subir una copia a un espacio en Dropbox, no vinculado a la Consejería. Y se está valorando la posibilidad de compartirlo, bajo licencia Creative Commons, junto a las reflexiones antes citadas y otros documentos vinculados a la defensa del papel de la Filosofía en los estudios de ESO y Bachillerato, en un espacio público.
No estamos, pues, ante una negligencia laboral, sino ante un acto de indignación, de rebeldía, si se quiere; y de cansancio o hartazgo, también. Es un gesto muy pequeño. Pero un gesto significativo.
Y es un gesto que se encuadra en un contexto que no podemos obviar. Un contexto marcado por las políticas educativas que en el ámbito regional se han desarrollado en los dos últimos años, con las medidas sobre horarios, plantillas, ratios,... que conocemos y sufrimos. Un contexto marcado por la nueva legislación estatal (LOMCE) que supone cambios profundos (difícilmente entendibles cuando no inaceptables desde este Departamento) en muchos aspectos de la organización del sistema educativo; incluyendo la desaparición o modificación radical de elementos (materias, contenidos,...) hoy existentes en el currículum.
Fruto de la combinación de ambas circunstancias este Departamento se encuentra con un trabajo realizado para dar forma a una materia que no imparte directamente y que, además, desaparecerá como tal en cuanto la nueva legislación (con los plazos que estipule) entre en vigor.
No es una situación cómoda. Y no somos el único Departamento ni los únicos profesionales que nos encontramos en parecida situación.
Desde hace casi tres años se vienen sucediendo dinámicas de protesta contra las políticas de recortes aplicadas. Desde hace algo menos, contra la LOMCE. Y en ambas dinámicas, que a su vez se entremezclan, han aparecido, fuera y dentro de la Región, dinámicas de defensa de la Filosofía en la enseñanza secundaria, obligatoria o no. La Sociedad de Filosofía de la región de Murcia, las Asociaciones de Profesores y Profesoras de Filosofía, las Sociedades temáticas a nivel estatal, la Asociación de Alumnos y Alumnas de Filosofía, foros como “¿Quién teme a la Filosofía?”,... se han movilizado y laborado en los últimos meses para repeler lo que no puede ser considerado más que un menosprecio a nuestra labor y un ataque directo a una educación de calidad, plural, crítica y autocrítica.
En esa dinámica es donde se debe ubicar, e intentar entender, este gesto. Un “¡Basta ya!” pequeño, pero necesario. Un gesto que no se dirige sin más a la administración regional (que también). Tampoco a la inspección educativa, concretada en la figura del compañero que nos ha acompañado estos meses en este trabajo, orientándonos y enseñándonos (que también). Se dirige a todos y todas. Incluyendo, mientras se les permita seguir teniendo un mínimo papel relevante, o precisamente para animar a que lo mantengan; el Consejo Escolar, los padres y las madres, el alumnado,...
Es, si quiere verse así, un gesto de desobediencia (tema que de momento integra nuestros currículos, en distintos cursos) que defiende no sólo la importancia de la Filosofía en estos niveles educativos, sino que reafirma algo a veces tan minúsculo pero vital como es la dignidad.
Esta carta viene a reiterar la negativa, no a desarrollar la tarea encomendada, que como se ha dicho ya ha sido realizada y puede mostrarse públicamente llegado el caso; si no a entregarla.
En la medida en que mi compañero de Departamento es a su vez miembro del equipo directivo del centro, a fin de evitar conflictos innecesarios entre Departamento y Directiva, asumo plenamente como Jefe de Departamento (al que según mi hoja laboral no se considera como tal desde mi reincorporación a mediados de diciembre) de las consecuencias de este acto; en aplicación de un principio fundamental de responsabilidad jurídica (desde el tema 12 de nuestro temario de 1º de Bachillerato puede llegarse a estas consideraciones).
Por la misma razón aspiro a que, tras esta decisión, se apliquen otros principios básicos (me remito de nuevo al temario de 1º de bachillerato, pero también de 2º y 4º de la ESO e indirectamente de 2º de Bachillerato), como el de publicidad de las actuaciones, derecho a la defensa, proporcionalidad de la respuesta, por citar sólo tres.
Agradeciéndoos de antemano vuestra atención y pidiéndoos perdón por esta jerga de rufianes que empleamos quienes, con mejor o peor maña, pero con ganas, nos dedicamos a filosofar, a enseñar Filosofía y a enseñar (aprendiendo de paso) a filosofar; queda a vuestra disposición...

Carlos S. Olmo Bau
Jefe del Departamento del IES Rey Carlos III

lunes, 17 de junio de 2013

Basta una mirada.

1.

Trece tazas de té abismálmente negro;
tres frascos de azufre
y un puñado de semillas al viento;
un espíritu entero;
unos bambos y unas sandalias;
un par de artículos;
una guerra;
un enorme silencio;
un viaje a la luna;
una canción tarareada;
mil versos surgidos de otras manos.

De lo que perdí la cuenta es de las inumerables cervezas que me bebí intentando inútilmente no ser consciente de que nada volverá a ser igual;
aspirando sin éxito a dejar de sentir que detrás de tí no hay nada.





2.

Una sonrisa,
una mirada,
un beso.
Y sin necesidad de cerveza surge el deseo de aprender a quererte de otras maneras.

lunes, 27 de mayo de 2013

I cross the horizons.

I cross the horizons withered by days
and I close my eyes to see in the grounds of dreams.
It´s then when I´m dazzled by the smell of salt of this body in constan movement
and I´m deafended by this sweet and frantic look that brings together music and dance;
I inhale strongly your smiles and caresses
and expel the blood crying of my brain.

martes, 16 de abril de 2013

33

Hay quien cree saber adivinar,
entre el viento que aúlla a través de las ruinas,
un quejío bronco
y amargo
que surge de las entrañas de la tierra
y se eleva por chimeneas,
pozos
o castilletes;
extendiéndose por 
lavaderos,
hornos
y polvorines.

...


Se hacen mercado
retazos casuales de memoria
en una plaza de abastos que perdió
el bullicio de lo cotidiano.

Mientras,
un falso tren borra,
es probable que conscientemente,
el ruidoso traqueteo de las viejas vagonetas.

...


Y hoy como ayer
el presente y el futuro
siguen siendo negros.
La treinta y tres es una carretera por la que no se puede
deambular libremente.
Y el mar queda más allá
de las montañas.

viernes, 8 de marzo de 2013

No despertar / Despertar

1.

Quiero no despertar;
perderme
en el vuelo de tu abrazo
cuando las luces aún no se han encendido
y los ojos lo ignoran todo:
La guerra,
la desgracia,
el desamparo,...
el cruento muro que,
sin necesidad de hormigón,
alza el día a día
anunciando la ruina
de los sueños.


2.

Los escasos nueve minutos
que transcurren
entre alarma y alarma
bastan
para constatar que el tiempo ha pasado
y que,
aunque parezca mentira,
se fueron así de rápido
los instantes edénicos
que siguieron a aquella mirada.


3.

La vida en suspenso,
como sin ayer
ni mañana,
se hace quiebro y ducha.


4.

Desde el subsuelo,
en una anárquica arqueología de
pasadizos
y escaleras que ascienden
y descienden
desde la humedad a la oscuridad;
surge la mañana
con su neblina de cal y asfalto.


5.

Despedazada la noche,
entonces,
quiero despertar;
perderme
en el recuerdo difuminado y borroso
de los días por venir...
Incluso entre cristales rotos
y metales retorcidos.
Con mi propio cuerpo despedazado
y desperdigado
en la pesadumbre
y el asombro
de la supervivencia.


6.

... y el silencio
y la risa
se dan la mano...

martes, 26 de febrero de 2013

La palabra y la espada.




            ¿Tiene sentido relacionar una pieza clave de la poesía japonesa con las artes marciales chinas? Todo cuanto acerca culturas tiene algún sentido. Y cualquier proyecto de hibridación debería merecer, al menos de partida, el beneplácito de la duda. Aunque verdad es que un cuerpo por un instante ingrávido y una voz evocándolo no lo justifican todo.
            En cualquier caso es un hecho que la japonesa es, manteniendo y desarrollando sus identidades, una cultura que hunde parte de sus raíces en la cultura china y chino-coreana. Su budismo, su escritura antigua y su arte literario están íntimamente ligados a ellas. A través de Corea y procedentes de China llegan a Japón la forma ideográfica de su escritura así como los primeros textos con enseñanzas budistas (Sutras). El budismo, previamente enriquecido con los aportes del taoísmo, se desarrollará en el archipiélago sin despreciar elementos propios del shintoismo originario (el amor a la naturaleza, por ejemplo) reconfigurando la forma budista que conocemos como Zen.
Una forma en la que perduran elementos del budismo de que bebe (la tradición Chan) entre los que se debe destacar esa singular forma de meditación, interpretación, iluminación, conceptualización, intelección,… que son los Koan; un tipo de pregunta – encrucijada de apariencia incluso ilógica (digamos que desde una óptica occidental) y que está íntimamente ligada a la poética que subyace al Haiku japonés.
Una poética que comparte con el Budismo – Zen la espiritualidad, el simbolismo, lo misterioso y trascendente, el amor por lo sencillo y ascético; pero que también se imbrica y recoge elementos de otras tradiciones religiosas y filosóficas de origen chino como el citado Taoísmo o el Confucionismo. Del primero, por ejemplo, hereda cierta actitud contemplativa de la vida, el contacto con la naturaleza o la idea de armonía entre existencia humana y cosmos. Del segundo la espontaneidad, la simplicidad, la observación de lo cotidiano y la identificación con el entorno natural.
Matsuo Bashoo (1644-1694), uno de los grandes maestros de la época clásica de la poesía nipona, ilustra a la perfección esa pluralidad de fuentes y señala la suave línea que conecta el Haiku con la tradición poética china.
Su formación inicial fue Samurai, cercana a la moralidad confuciana e inserta, pese a las transformaciones sociales y políticas, en el Bushido. Vivió aún en una época en la que caligrafía, música y poesía eran disciplinas complementarias a la formación en el manejo de la espada. Estudió no sólo la literatura japonesa, que le acercaría al Shinto y a la conciencia de los cambios en su país; sino también la literatura china, que le acercaría a una particular vivencia del lenguaje y al Budismo.
El elemento Zen, será, precisamente el que haga del Haiku, antes incluso de llamarse así, algo más que un estilo literario, una manera de desenvolverse en la vida. No en vano la historia afirma que Bashoo habría alcanzado el Satori o estado de iluminación y lucidez dando respuesta al koan planteado por su maestro Bucchoo con parte de lo que después sería un famoso haiku.
La pregunta: ¿Cuál es la ley del Buda antes de que el musgo verde brotara?
La respuesta (tras oír a una rana saltar hacia el estanque próximo): Al zambullirse una rana, ruido de agua.
El haiku posterior:
Un viejo estanque;
al zambullirse una rana,
ruido de agua.
Eternidad e instantaneidad, sencillez y concisión se dan la mano en una composición poética que se ha convertido en referente ineludible no sólo de la obra de su autor, sino de la historia de la literatura japonesa, e incluso habría que decir de la historia universal si esta no siguiera escribiéndose y enseñándose desde una óptica occidental prepotente y excluyente.
Reflejo en movimiento de un universo que se percibe y siente mutable, fugaz, contradictorio, paradójico, arbitrario, absurdo,… cualquier intento de encarcelarlo en una definición tipo, de delimitarlo completamente, de fijarlo indefinidamente, está abocado al fracaso.
El Haiku escapa a esas pretensiones como resbala el agua entre los dedos hasta el punto de que algunas de sus manifestaciones rompen la pauta formal de diecisiete sílabas distribuidas en tres versos de cinco, siete y cinco con la que, en general, se le identifica.
Hunde sus raíces literarias en otras formas poéticas como el Tanka, de dos estrofas de tres y dos versos con cinco, siete, cinco, siete y siete sílabas; o el Renga concatenación coral de sucesivos versos que siguen la pauta estrófica y silábica (no así temática) del citado Tanka. Buena parte de la bibliografía castellana da por buena la idea del Haiku como fruto de un proceso de autonomía del hokku, o los tres primeros versos del Tanka, a través de la eclosión del Haikai-no-Renga. Pero en el fondo no hay un acuerdo unánime sobre el peso real de las influencias de las experiencias y tradiciones poéticas precursoras; entre las que también debe citarse el Katatuta, el Chooka o el Seedoka, con versos igualmente de cinco y siete sílabas.
Sobre otros elementos, en este caso de contenido, pesa la misma necesidad de matizar cada afirmación tajante. El ‘Kigo’ y el ‘Kireji’, palabras que indican la estación del año y efectúan  un corte sobre el que se estructura el Haiku, respectivamente, son algo usual y más que frecuente en los poemas tradicionales, pero su presencia no es completamente indispensable.
Y para rizar el rizo, aunque desde el siglo XVI y antes (Îo Sôgi, 1421-1502) existe conciencia de que se está ante un fenómeno literario diferente, ante una forma poética autónoma; el nombre que empleamos para referirnos a ella se debe a un rescatador y renovador de la misma, Shiki Masaoka (1867-1902), ya en el siglo XIX.
Su posición agnóstica y una creatividad que deja al margen connotaciones místicas o religiosas obligan, además, a reconsiderar la identificación ‘haiku-zen’ que en ocasiones se realiza, rayando paradójicamente cierto fundamentalismo, afirmando la imposibilidad de la vivencia del haiku sin la vivencia del zen.
Entre Shiki y Bashoo, Yosa Buson (1716-1783) e Issa Kobayashi (1762-1826) aparecen como ineludibles coordenadas en una corta lista que deja fuera muchísimos nombres relevantes pero que permite argumentar la pluralidad del haiku sin necesidad de recurrir a la revolución poética del siglo XX.
De hecho, los cuatro grandes haijines citados tuvieron una visión distinta sobre la esencia de su arte: Un camino a la perfección, para Bashoo. Un arte que busca la belleza, para Buson. Efusión y emotividad, para Issa. Un género literario, para Shiki.
Esa pluralidad, que atañe tanto a la forma como al contenido y que es más manifiesta cuantos más autores y autoras se analizan, deja claro que –como ha quedado dicho- el Haiku no se deja encerrar en esquemas monolíticos; que no puede entenderse sin atender al hecho de que desde sus orígenes se ha diversificado vertiginosamente haciendo del propio término una palabra caracterizada por la multiplicidad de matices, cuando no directamente por la polisemia.
Ello no quita para que, desde la conciencia del cambio, sea posible identificar elementos comunes que subsisten al paso del tiempo. El carácter inacabado e inacabable del Haiku y la consideración de su creación como camino son dos de ellos. En torno a ambos giran toda una serie de ideas fuerza que no por manidas dejan de ser válidas: Poética que maneja lo invisible, que toca lo inexpresable o que se insinúa sin llegar a mostrarse; transgrediendo el lenguaje, cuando no renegando de este. Experiencia e intuición liberadoras que muestra las palabras como relámpagos, que apenas sugiere ideas desnudas, para que la mente contemple o invente los mensajes. Empatía hacia la realidad y unión de lo afectivo e intelectual en la que tan importante es lo que se dice como lo que no se dice y que exige una actitud activa, casi cómplice, del lector u oyente.
            Esa suerte de ‘incompletitud’ de lo escrito no se reduce a una opción estética. Además de inscribirse en una cultura, como se ha señalado no sólo literaria, en la que buscando fuentes cabría retrotraerse a las cosmologías pre-taoístas; se explica, en buena medida, por las características de la escritura ideográfica china y japonesa así como por la concepción de signo sobre la que se asienta.
Una escritura que se niega a ser un mero soporte del idioma hablado, que se desarrolla a través de la combinación de caracteres profundizando paso a paso en su autonomía respecto al sonido, que crece eliminando lo gratuito y lo arbitrario y que se constituye como un sistema semiótico merced al que se entrelazan de forma compleja diferentes prácticas significantes: Poesía, caligrafía, pintura, música y relato mítico.
Esa simbiosis está igualmente animada por un pensamiento cosmológico que impregna vivamente esas artes. En el caso de la poesía china, su lenguaje está directamente influenciado por conceptos y procedimientos de sus cosmologías, desde el Yi-jing (I Ching), el Libro de las Mutaciones, a los movimientos de renovación del Taoísmo y el Confucionismo. De hecho los ejes sobre los que se estructura ese pensamiento (Vacío-Plenitud, Yin-Yang, Aliento primordial o vital, Cielo-Tierra-Hombre, …) son a su vez niveles en los que se estructura el lenguaje poético.
Uno de esos niveles, el lexical o sintáctico, tiene como característica fundamental la distinción entre palabras plenas (sustantivos y verbos) y palabras vacías (pronombres, adverbios, preposiciones, conjunciones, etc.). Las segundas se reducen para transmitir una sensación de profundidad, incluso de vacío, mediante diferentes elipsis o sustituciones hasta lograr una poesía sintética e intuitiva. La elaborada durante la dinastía Tang (siglos VII-X) y, en concreto, el Jueju –cuarteto de versos de cinco y siete sílabas- llegará a Japón introduciendo una poética del instante y la percepción que siglos después se plasmará en el haiku.
            La hibridación artística que se citaba es especialmente intensa entre caligrafía, pintura y poesía. De hecho en la tradición china a la pintura se la denomina ‘wu-sheng-shi’, que significa poesía silenciosa. La mutua alimentación de la visión poética y la visión pictórica es también una característica presente en el Haiku, que a veces es acompañado de pequeñas pinturas, normalmente a la aguada, denominadas Haiga. En ocasiones incluso algunos dibujos sustituyen a determinadas palabras en una conjugación de pintura, caligrafía y poema que ilustra el hecho de que las tres artes están orientadas por unos mismos principios estéticos, entre cuyas nociones principales se encuentran la ya citada oposición entre vacío y plenitud o la de aliento rítmico.
La obra de Yosa Buson (conocedor de la poesía Tang) es un inmejorable ejemplo de ello. Con un menor grado de religiosidad que la de Bashoo, es una poética que propone la observación pura de la naturaleza, que se asienta en un estilo descriptivo y que se caracteriza por su sensibilidad. Hay una continuidad entre sus haikus y haigas, como la hay entre los trazos pictóricos y caligráficos. Trazos que se cruzan, se lanzan, vuelan, hunden, con una determinada cadencia, con un determinado compás,… como en una danza con espada (recordando a una variable del Wushu)… y que remiten tanto a la pulsión interior en cuanto que fuente de la creación artística, como a la noción de camino contenida en el Dao (chino) o Do (japonés).
            La referencia a la espada es algo más que una metáfora. Las artes marciales forman parte igualmente de ese universo cultural, filosófico, místico y espiritual al que, sin profundizar, se ha hecho referencia. Y ese trasfondo las aúna en no pocos momentos de su aprendizaje, de su práctica, de su vivencia, de su transformación,… No es sólo una cuestión de interdisciplinariedad a nivel técnico. Si bien la destreza en el manejo de la espada, por continuar con el ejemplo, se alimentaba con la destreza caligráfica, y viceversa; el arma representaba así mismo un valor ético y exigía paciencia, perseverancia y humildad como el pincel sobre el papel o la tela y la vara sobre la arena.
En ese sentido, también la música mantiene una estrecha relación con las artes marciales: Ambas buscan la armonía. Es precisamente el elemento de búsqueda, el concepto de camino que se apuntaba, el que permite trazar los puentes entre las artes de lucha y otras artes.
            Ahora bien, semejante interconexión sólo es posible desde una concepción de las artes marciales como disciplinas que, centradas en el estudio y la práctica de habilidades y conocimientos aplicables al combate, están encaminadas al desarrollo integral de la persona; esto es al desenvolvimiento armónico y equilibrado de cuerpo, mente y espíritu.
En cuanto disciplinas, y desde esta perspectiva,  suponen  compromiso, esfuerzo, sacrificio e implican una determinada actitud no sólo hacia la disciplina en sí sino también ante la vida.
Y en relación con la idea de incompletitud que se había asociado al haiku; las artes marciales así entendidas son un camino que tiende a la perfección. Y lo importante en ellas es el camino en sí, no una perfección inalcanzable o una meta que no se puede cruzar. En dichas artes los fines son como el horizonte. Se dan dos pasos y este se aleja dos pasos. Se dan otros dos pasos y sucede lo mismo. ¿Para que sirve, entonces ese horizonte? Sirve para eso, para caminar.
De hecho, en las prácticas marciales arraigadas en Japón se diferencia entre el camino del arte marcial y la praxis meramente física y técnica. En otras palabras, las artes marciales japonesas cuyo nombre termina en ‘do’ son un sistema adaptado de anteriores formas de combate –‘jutsu’ o ‘jitsu’- reestructurado de forma simultánea en un arte, una disciplina moral, una filosofía y, hoy en día, un deporte.
En un rápido repaso cabe citar al Judo, que hunde sus raíces en el Jiu-jitsu; el Kendo, o camino de la espada de bambú; el Jodo, camino de la vara o el palo corto; el Iaido, que procede del Iaijitsu o desenvaine rápido de la espada; el Kyudo, o camino del arco, con una gran influencia Zen, en el que cabe destacar que el disparo de la flecha se hace sin interés por acertar en el blanco; o el Aikido, influenciado por el Shinto y basado en el Dayto-ryu, un antiguo estilo de jiu-jitsu.
Del nombre de esta última interesa destacar la segunda sílaba, ‘ki’, en chino ‘chi’, concepto fundamental relacionado tanto con la salud humana como con el comportamiento presente también en el nombre propio de otras artes marciales como  el T’ai-chi-chuan.
También interesa hacer mención del Shorinji Kempo, reconocido como religión más que como arte marcial. Adapta métodos de lucha chinos y de hecho su nombre traduce dos palabras en este idioma: Ch’uan-fa (Kempo), en su doble acepción de primer camino y boxeo, y Shaolin-ssu (Shorinji), o templo Saholin, templo vinculado al desarrollo del Wushu y Tai-chi-chuan. El Shorinji Kempo se erige sobre una forma de vida basada en la meditación Zen y orientada a aliviar el sufrimiento y asegurar la felicidad. La interrelación e interacción entre todas las cosas y todos los conocimientos es uno de los principios del pensamiento a él subyacente. El desarrollo de las potencialidades humanas como herramientas con las que discurrir provechosamente en la vida, una de sus vías. Pensar en los demás es una de sus máximas. Contener, más que lesionar; lesionar en vez de matar; otra de ellas.
            Que tanto las artes marciales como la poesía hayan ido dejando atrás  algunos de sus aspectos filosóficos y espirituales no significa que no quepa recorrer, histórica, antropológica, estética e incluso éticamente, la tenue e incluso interrumpida sensación que acercan haiku y wushu.
Un acercamiento al Wushu animado por una poética del movimiento cabe en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas.

Sobre el tatami
trasgresión y belleza
la rosa ingrávida
                              
 Carlos Olmo









Bibliografía.

Corrales Vasco, L.; “Historia del Haiku”, en El Rincón del Haiku (revista electrónica de Haiku), www.elrincondelhaiku.org/sec1.php, fecha de consulta 14 de enero de 2008.
Rodríguez Izquierdo, F.; El Haiku japonés, Fundación Juan March – Guadarrama, Madrid, 1972 (hay edición más reciente en Hiparión).
Rodríguez; J.M.; “Círculos concéntricos”, prólogo a Alfileres, el Haiku en la poesía española última, Ayuntamiento de Lucena, Lucena, 2004.
Cheng, F.; La escritura poética china, Pre-Textos, Valencia, 2007.




EL COLOQUIO DE LOS PERROS

domingo, 24 de febrero de 2013

Caleidoscopio.

Me he fabricado
en tonos grises
un caleidoscópico retrato
incapaz de
resumir
ni extrapolar
mi poliédrica personalidad.
El viaje que recorre
desde mis torpes manos
al suelo
y el crujido de sus fragmentos
bajo mis pies
desnudos
tornan invitación a la utopía.

lunes, 4 de febrero de 2013

Laberíntica enciclopedia.

Laberíntica enciclopedia
de emociones,
recuerdos
y proyectos...
mi metropolitana mente
se hace corazonada y huerta,
perdiéndose en
las galerías de un museo
abierto,
en el que acierto siempre
a equivocar el color.
Pinto con tijeras,
o a rasgones,
las horas de sol.
Alimento un tenue fuego,
huyendo de los motores furiosos
que odian mis pasos...
E intentando sacudir los cimientos de la lengua
deambulo,
antes de borrarme,
por el recuerdo de tu cuerpo;
buscando una mirada que,
aún cansada,
me sonría y me ayude
a reciclarme.

viernes, 1 de febrero de 2013

Todavía no es mañana.

Todavía no es mañana
pero ya sé
que mi rostro no será el último,
ni yo seré el único
con que abraces lugares que
no aparecen en los mapas.
Y aunque la noche sabe de mi deseo
y el insomnio destierra las formas pretéritas
de conjugar
el verbo amar;
las coordenadas que la mirada traza
en el techo o en las paredes
no perfilan las cartografías de
las ciudades que
imaginamos juntos.
No pasa nada,
aunque duela.
Todavía no es mañana
y tu brazo reposa sobre mi pecho
como si todo fuera posible
aunque ya no lo sea.