domingo, 29 de mayo de 2011

MIdnight in Paris


Veo por segunda vez la última película de Woody Allen -Midnight in Paris- y piso después la calle con la misma sensación que la primera.
Me ha recordado a otras suyas y me ha gustado más que otras suyas...
Me gustaría ponerla en clase...
Y debería escribir un artículo sobre sus posibilidades didácticas dentro de la programación de Filosofía en 1º de bachillerato...
Coincido con algunas críticas leídas entre uno y otro visionado. Incluso con aquellas que le echan en cara que apenas esboce determinadas situaciones y personajes.
Pero no me parece del todo mal que la sensación de trama inacabada no se reduzca al final de la película y que se nos invite, incluso obligue, a pensar en esos flecos que quedan colgando aquí o allá... Me encanta poder participar... Sumar mi inventiva e imaginación a la propuesta dada...


Al margen de todo eso, la sensación que me embargaba al salir del cine hace unos días y que se repite ahora; la que entonces intuía y la que ahora creo que acierto a verbalizar; es la de estar habitado por la película y, a la vez, la de seguir habitando en ella cuando paseaba, ahora que escribo y supongo que durante algún tiempo.
Y no es que sea un film maravilloso, hipnotizante, embriagador,... pero en mí, al menos, ha sido capaz de animar esa sensación...
Una sensación -habitar / ser habitado- que incluye la fantasía de invertir el personaje de “La Rosa Púrpura del Cairo”, aquel Tom Baxter que abandonaba la pantalla para incorporarse al mundo real...
(¿Real?)
A fin de cuentas ese es también mi París... Yo puedo coger el doble disco de oro de Sidney Bechet, ponerlo sobre el plato y escuchar Si tu vois ma mère rudamente acariciada por una vieja aguja; mientras pienso, recuerdo y añoro -con esa forma de nostalgia que tiene cara de futuro- esas calles, esas esquinas, esa lluvia,...


domingo, 22 de mayo de 2011

Mayo...

Se han desencuadernado
vivencias y experiencias;
miedos y deseos;
ideas y prejuicios;
actitudes,
estares;
formas de hablar y de callar;
maneras de estar de pié,
de mirar,
de hacer;...
que,
como rocío o lluvia desplomándose al alba,
han inundado telas,
cartones,
papeles,...
a frases sueltas,
como gotoas indignadas,
cansadas,
hambrientas,
feroces,
alegres,
dispersas,
diferentes,...
... jirones de inquietudes avasalladas por preguntas para cuya respuesta no hay prisa ni palabra.

Tenemos todo el tiempo.

Y no somos nadie.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Me he construido...


Me he construido
con jornadas inciertas
repletas
de difuminadas
caras
y de nombres que
siempre asoman
tarde.

Me he derribado
ocupando el espacio de lo perdido
con el tiempo de lo deseado.

Rellenando
grietas
con palabras detenidas,
en cada rincón cada boca añadió
briznas de hierba:
Argamasa de inciertas jornadas
por venir
con que seguir
de-construyendo-me.

domingo, 1 de mayo de 2011

A Parte Rei... y 75.

Con el número 75, dedicado al pensamiento de Gilles Deleuze y Felix Guattari, llega a su fin una aventura iniciada en la primavera de 1999 de la mano de Carlos Muñoz Gutiérrez.
En estos doce años A Parte Rei se ha convertido en un interesantísimo punto de encuentro en el que ha podido expresarse una plural comunidad pensante empeñada en generar y mantener espacios para las voces críticas.
El recorrido por los índices de sus números o por el catálogo de temas es, de por sí, un acercamiento imprescindible al filosofar hoy y mañana... que se detiene ahora para permanecer, dejar espacio y, a buen seguro, reinventarse.
Queda el archivo virtual de cuanto se ha ido publicando estos años.
También, quizá más efímero, su reflejo en otros espacios, desde la nota a pie de página o la bibliografía a la entrada de blog y el enlace.
Pero sobre todo quedan las puertas que esos artículos, propuestas gráficas y vídeos han ido entreabriendo bimensualmente.
Volver de vez encuando a ellas y seguir cruzando umbrales es ya cosa nuestra.