sábado, 27 de febrero de 2010

Pensaba...

Pensaba
que nada podría arrebatarme
la ilusión
de soñar
que existieron
aquella tarde,
aquella noche
o aquella mañana.

Aún oigo tu voz,
tu risa.
Las yemas de mis dedos
recuerdan perfectamente
tu piel.
Y mi deseo,
aquella caricia de despedida.

Pero soy sólo la sombra del sueño que fuí
y los pasados que viví
y los ayer que imaginé
se confunden
hechos añicos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Para qué me dices que estás bien si sigues tocado?

Anónimo dijo...

....tú también estás tocado??!

Anónimo dijo...

...tú también estás tocado???!

Anónimo dijo...

Perdón, tan tocada estoy yo que se duplicó el comentario.