En los discos duros de nuestros ordenadores, o deambulando a saber en qué rincón del ciber-espacio, nuestras fotografías no irán cambiando de color, sus esquinas no se doblarán,... Tal vez desaparezcan de repente o se escondan para siempre; pero ni el tiempo ni los accidentes las mancharán o rasgarán...
Para eso están las paredes, las carteras, los portafotos, los álbumes e incluso las páginas de los libros...
... para que envejezcan nuestro recuerdo y nuestro reflejo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario