Apenas se dibuja la sonrisa
en la inmensidad de tus labios,
cuando estalla la risa muda
liberando esa anárquica dentadura
en constante rebelión
contra el metal responsable
de ese juego de lengua
que me invita
a recorrerte
buscando
nuevos paisajes en tu geografía;
detalles de los que no me había percatado,
cicatrices de nuevo cuño
que mimar;
o lugares revisitados,
mares donde aprender
de nuevo
a nadar
mientras muerdes mi oreja
para que ni me aleje
ni me ahogue.
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