lunes, 17 de junio de 2013

Basta una mirada.

1.

Trece tazas de té abismálmente negro;
tres frascos de azufre
y un puñado de semillas al viento;
un espíritu entero;
unos bambos y unas sandalias;
un par de artículos;
una guerra;
un enorme silencio;
un viaje a la luna;
una canción tarareada;
mil versos surgidos de otras manos.

De lo que perdí la cuenta es de las inumerables cervezas que me bebí intentando inútilmente no ser consciente de que nada volverá a ser igual;
aspirando sin éxito a dejar de sentir que detrás de tí no hay nada.





2.

Una sonrisa,
una mirada,
un beso.
Y sin necesidad de cerveza surge el deseo de aprender a quererte de otras maneras.

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