Asistí como representante de STERM INTERSINDICAL a la Mesa Sectorial de
educación que se celebró el pasado viernes. Y no pudo menos que
sorprenderme la carrera por lanzar a la red la noticia de que la
Consejería iba a convocar oposiciones de secundaria. Era como si
pasaran, no a un segundo, sino a un octavo plano el resto de cuestiones:
las injusticias que permite el Concurso General de Traslados, la
peligrosa forma en que se convocan las oposiciones a inspección, la
oscura orientación que toma la formación del profesorado, el balance del
nefasto comienzo de curso,… y cuanto subyace a ellas –LOMCE, recortes,
etc.-
La inmediatez característica de la comunicación en red ha
contagiado la acción sindical de manera que lo urgente (en este caso ser
el primero en asociar unas siglas a un titular) se impone sobre lo
importante (que en este caso es precisamente ir más allá del titular).
Mal vamos si se repite la dinámica de comunicación de la propia
Consejería (que también, tres horas antes de terminar la propia Mesa
Sectorial, había mandado ya su comunicado a los medios). Y peor vamos si
la acción sindical se reduce a eso, ser el primero en salir en la foto,
en el estado del face, en el twit,…
No necesitamos, con la que
está cayendo, estas carreras por protagonizar una noticia. Y ni siquiera
eso. Por ser el mensajero del señor. Ese es el camino de la servidumbre
sindical. Y algunas pensamos que no nacimos para ser siervos o vasallos
sino ciudadanas y ciudadanos libres y críticos.
Porque eso es lo
que aún está por hacer: El análisis crítico y sosegado de lo que supone
un anuncio de oposiciones que lo único que concreta es el cuerpo a
convocar.
Un análisis que vaya más allá de lo obvio: Que incluso con
una tasa de reposición del 50% la oferta, sea al final la que sea, no
es satisfactoria. Porque esa tasa de reposición se puede aplicar de
muchas maneras, y no de forma necesariamente lineal. Porque esa tasa de
reposición es incapaz de arreglar el desaguisado causado por estos años
de subida de carga horaria, subida de ratios y recortes en la
financiación de los centros. Porque esa tasa de reposición es
inaplicable a muchas especialidades, independientemente del número de
personas jubiladas, por el ataque sistemático a algunos programas
educativos y a algunas materias (que se agudiza con la LOMCE).
Un
análisis que profundice en otras cuestiones: No sólo en cuáles pueden
ser las especialidades convocadas, sino en cómo va a ser esa
convocatoria, cuáles las características del concurso oposición en todas
sus fases,… y que pasará a posteriori, cuando se reconfiguren (si lo
hacen) las listas de interinidad.
Un análisis, por no seguir aquí
desgranando más coordenadas, que permita configurar un discurso y una acción
colectiva en defensa de los derechos de quienes aspiran a un puesto de
trabajo digno.
Y en esa defensa nos sobra el ansia de protagonizar
titular que citaba antes y faltan actitudes coherentes. STERM
INTERSINDICAL está por esto último, por demostrar con sus acciones y
posicionamientos donde está y estará; siguiendo esa idea de “resistir
aquí y ahora para avanzar mañana”.
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