Si no fuera por que se me ve escribiendo en un cuaderno
o en servilletas de papel
y que a todas luces parezco
un poeta despeinado;
la gente acostumbrada al cine comercial americano
me confundiría con un matón a sueldo.
Grandote,
solitario,
con una mirada que parece perdida
pero que parece captarlo todo,
serio,
lento,...
con esa lentitud que antecede al estruendo fugaz.
Pero lo único que tengo de francotirador son mis palabras.
Y lo único que tengo de asesino son mis silencios.
lento,...
con esa lentitud que antecede al estruendo fugaz.
Pero lo único que tengo de francotirador son mis palabras.
Y lo único que tengo de asesino son mis silencios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario