jueves, 8 de diciembre de 2011

Vengo de una tierra que ya no existe.

Vengo de una tierra que ya no existe.

Las ideas
y los sentimientos
dieron lugar a noches largas.

Las palabras,
nerviosas,
se confundieron y multiplicaron
incapaces
de expresar un sencillo
gesto.

Caigo,
sin remedio,
al vacío;
en cuanto apago la luz
...
salvo cuando en la penumbra encuentro un abrazo.
 

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