lunes, 14 de mayo de 2012

Un "cardiopoema".

Se me ocurrió participar en un concurso de cardiopoemas... por aquello de probar suerte...
Ni que decir tiene que no he ganado... Quizá por que muy cardiosaludable no ha salido.
Y a renglón seguido va el mío.


De nuevo
la botella de ginebra
rueda vacía
por el suelo...

En la cocina,
donde desayuno, comida y cena se entremezclan,
el pastillero aúna
olvidado
un cóctel de beta-bloqueantes, estatinas y antigotosos
de distintas formas
y colores...

El sudor,
la respiración entrecortada,
los pies fríos,
acompañan el ir y venir de ritmos
de un corazón cansado...

A ratos
el dolor del brazo,
la parastesia en los dedos,
esa opresión del pecho
a medio camino de la
ansiedad
y el vacío;
recuerda que no hay instante eterno.

En las venas se diluyó,
ya,
la sinrazón
de la melancolía...

Ya, ya lo sé:
El máximo enemigo de mi corazón
es mi cerebro...

Pero no pasa nada...

Yo ya estoy muerto...

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