Me afeito
con el agua helada
y esta crema que
no hay manera
de restregarse...
Me ducho
con asco,
sin saber dónde
poner los pies,
mirando de reojo
a todos los rincones,
escuchando entre
el hilillo de agua
intentando adivinar
cualquier pisada...
Rápido.
Frío.
Antes del recuento
para robarle unos minutos
a la rutina
y burlarme
-a costa del sueño-
del horario impuesto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario