Y el cuerpo
no responde
a la demanda de un
deseo
que crece
abismal
inundando
las habitaciones,
destrozando las esquinas,
como oscura
sima
cubierta de
desesperanza.
Y en el seno de la agonía
no queda si no abandonar,
abandonarse,...
... o luchar...
luchar
contra el tiempo,
contra la vida,
contra uno mismo.
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